Asociación civil
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I. ¿Qué es una Asociación Civil?
Cuando un
grupo de individuos se une con la intención de desarrollar actividades
sociales, comunitarias, culturales, o cualquier otra que tienda al bien común
-sin perseguir fines económicos-, queda constituida una simple asociación.
Ahora
bien, cuando esa agrupación establece por escrito ciertas reglas de
funcionamiento, distribuye roles y responsabilidades, especifica las tareas a
las que se van a dedicar y solicita ante un organismo del Estado (Inspección
General de Justicia) su reconocimiento como entidad jurídica (personería
jurídica), esa simple asociación pasa a convertirse en una verdadera Asociación
Civil.
En
síntesis, una asociación civil es una persona jurídica privada, constituida por
un conjunto de personas físicas (llamadas socios) que, con la debida
autorización del Estado, se unen para realizar actividades que tienden al bien
común. La característica que las distingue es que no persiguen una ganancia
comercial o económica; por ello es común que también se las denomine como
“Entidades civiles sin fines de lucro”.
II. ¿Para qué sirve constituir una asociación civil?
En primer
lugar, ayuda a organizarse mejor: se definen las funciones de cada uno, se
especifican los objetivos principales y secundarios, se establecen autoridades,
se fijan reglas de funcionamiento, etc. Todo eso fortalece la organización.
En segundo
lugar, un grupo de personas organizadas tienen mucha más fuerza que cada una de
ellas individualmente; de esta manera, se hace realidad aquel viejo refrán que
reza “LA UNION HACE LA FUERZA”.
Además,
un núcleo constituido y organizado suele atraer y entusiasmar a otras personas.
De esta manera, aumenta la participación, se afianza el compromiso de los
integrantes y crece la solidaridad social.
III. ¿Por dónde empezar?
Como
primer paso, es importante formar una COMISION PROMOTORA con aquellos que están
más consustanciados con la idea y con los objetivos de la asociación, o con
aquellos que tienen más iniciativa o que se muestran más activos, o bien, con
quienes resultan más representativos.
Esta
Comisión se encargará, principalmente, de pensar y elaborar el proyecto de
Estatuto, de fijar una fecha y un lugar para realizar la Asamblea Constitutiva
y de llevarla adelante convocando a todos los potenciales miembros que quieran
integrar la asociación a crearse.
IV. Camino a la Asamblea fundacional.
Con el
proyecto de estatuto ya listo, la Comisión Promotora debe llevar adelante la
Asamblea Constitutiva, que es el acto de nacimiento (fundacional) de la
entidad. En la fecha, hora y lugar preestablecidos, se dará comienzo a la
reunión invitando a todos los asistentes –que serán los socios fundadores- a
elegir a un presidente provisional, que será auxiliado por uno o dos
secretarios –también provisorios- al solo efecto de conducir la asamblea y cumplimentar
el acto constitutivo. Es importante tener un Libro de Actas, hay que dejar en
blanco la primer hoja, porque allí la IGJ va a fijar los títulos y sellos, y
recién en la segunda hoja se procederá a transcribir el acta de la asamblea. Se
admite, también, que el acta sea pasada a máquina (en PC) en una hoja oficio
–respetando los márgenes- y luego pegada sobre la segunda página del Libro de
Actas.
El acta
constitutiva debe confeccionarse siguiendo las siguientes pautas:
·
1) Lugar
y fecha cierta de constitución;
·
2) Nomina
completa de los miembros presentes, que serán los socios fundadores;
·
3) La
decisión de constituir una asociación civil con la denominación propuesta.
·
4) La
discusión y aprobación del estatuto, cuyo texto puede formar parte del cuerpo
del acta o transcribirse por separado a continuación de la misma.
·
5) La
elección de las autoridades y su resultado, de conformidad con las
estipulaciones previstas para cada órgano en el estatuto aprobado;
·
6) La
decisión de solicitar la autorización para funcionar como persona jurídica,
dejando constancia de la o las personas que expresamente se autorizan para
gestionar los trámites pertinentes ante la IGJ, delegándoles facultades
suficientes para aceptar los cambios, correcciones o consejos que formule el
Organismo estatal al momento de analizar la documentación presentada.
·
7) La
firma al pie de todos los asistentes.
V. Inscribir la Asociación.
Para que la
asociación tenga el carácter de persona jurídica hay que inscribirla ante la
Inspección General de Justicia (IGJ), ubicada en Av. Paseo Colon 285 de la
Ciudad de Buenos Aires. En otras palabras, si la Asamblea Constitutiva es el
nacimiento de la asociación, la personería jurídica que otorga la IGJ es como
obtener el “documento de identidad”. Para
ello, la persona que autorizamos en el acta constitutiva –o en su defecto, el
Presidente y el secretario de la entidad- deben concurrir a la sede de la IGJ
iniciar un expediente acompañando la siguiente documentación:
·
1) Formulario Nº 1 de la IGJ
-“Constitución y Modificación”- por el cual se solicita autorización para
funcionar como persona jurídica, completando todos los rubros necesarios, y
dejando constancia de la documentación que se acompaña, del domicilio donde va
a funcionar la asociación, días y horarios de atención al público y un teléfono
de contacto.
·
2) Formulario Nº 3 -“Reserva de nombre”-, mediante el cual hicimos la
reserva previa del nombre que elegimos para la institución.
·
3) Copia mecanografiada del Acta
Constitutiva, esa que
fuera transcripta -o “pegada”- en la segunda página del Libro de Actas.
·
4) Copia íntegra del Estatuto
aprobado, si éste
no estuviera contenido dentro del Acta Constitutiva.
·
5) La demostración del patrimonio
social inicial, para lo
cual acompañaremos el inventario confeccionado por el Contador Público o, en su
defecto, el comprobante del depósito especial efectuado en el Banco Nación.
·
6) Nomina de los socios que han sido elegidos para
integrar la Comisión Directiva y la Junta Fiscalizadora, especificando el cargo
que ocupa cada uno, duración del mandato, documento de identidad, domicilio
real, estado civil, profesión u ocupación.
·
7) Nomina de todos los socios
fundadores, con sus
datos principales y, en su caso, especificando la categoría de socios a la que
pertenecen.
·
8) Dictamen de precalificación
legal. Para
ello necesitamos de los servicios de un Escribano o un Abogado matriculado en
la Capital Federal, quien elaborara dicho dictamen, corroborando la legalidad
de los pasos efectuados y de las cláusulas que integran el estatuto.
Todos
estos papeles deben ser confeccionados a máquina, firmados por el Presidente y
Secretario de la entidad y por la persona que autorizamos para realizar los
trámites en el acta constitutiva, y presentada con dos juegos de fotocopias.
Al
dejarlos en la ventanilla correspondiente, el funcionario que atiende sellara
una copia y nos entregara una tarjeta con el número de expediente. Es
importante conservar esta tarjeta para el seguimiento del trámite hasta su
finalización.
VI. Obtener la personería jurídica
Luego de
un cierto tiempo (entre 20 y 45 días), se debe ir a la IGJ a buscar el dictamen
(se consulta con el número de expediente que nos dieron en la tarjeta). Este
dictamen, que realiza un asesor jurídico del Organismo, puede ser favorable o
puede contener observaciones. En este último caso, habrá que subsanar los
errores observados o realizar las correcciones que se nos indiquen. Esta tarea,
la puede realizar la persona que expresamente autorizamos en el acta de la
asamblea constitutiva, a quien también le conferimos la facultad de aceptar las
modificaciones, indicaciones o sugerencias que proponga la IGJ. Se procederá,
entonces, a contestar las observaciones realizadas consignando las
modificaciones propuestas y, en su caso, transcribiendo en su totalidad el /
los artículo / s del estatuto en su versión modificada.
De no
existir nuevas observaciones, la IGJ dictará una Resolución que otorga,
finalmente, la personería jurídica a la entidad, asignándole un determinado número.
VII. Rubricar los Libros.
Todas las
asociaciones civiles deben llevar, obligatoriamente, los siguientes libros:
·
El Libro de Actas (que ya inauguramos en la
asamblea constitutiva) donde el secretario o el miembro de la C.D. que
corresponda deberá asentar lo que se discuta y resuelva en las distintas
Asambleas; y también se dejara constancia de las sesiones de C.D, y de lo que
allí se discuta y resuelva. Por razones de comodidad, o para un mejor
ordenamiento, pueden llevarse dos Libros de Actas, uno para Asambleas y el otro
para las reuniones de C.D, aunque en este caso el costo de su posterior rubrica
será mayor.
·
El Registro de Asociados, donde se anotaran a cada uno de
los socios, la categoría a la que pertenecen, la fechas de ingreso y egreso
(altas y bajas), cuotas pagas, amonestaciones, suspensiones y cesantías, con
una breve indicación de la causa que motivó la sanción.
·
El Libro de Inventario y Balance, en el que se incluirá la
descripción exacta y completa del activo y pasivo de la entidad conforme a cada
ejercicio social.
·
El Libro de Caja, donde quedaran registrados
todos los ingresos y egresos, y demás movimientos de fondos, indicando en cada
caso el concepto de entrada y salida.
Estos
libros deben estar encuadernados y foliados, y deberán ser rubricados por la
IGJ. Para ello debemos dejarlos en la IGJ, con copia de la Resolución que
otorgó la personería jurídica, solicitando su rúbrica a través del respectivo
formulario de trámite, previo pago de los aranceles correspondientes.
VIII. Solo unos trámites más.
Exención
impositiva. En principio, las Asociaciones Civiles están exentas del impuesto a
las ganancias, en la medida que tales ganancias y su patrimonio social se
destinen a los fines de su creación y en ningún caso se distribuyan, directa o
indirectamente, entre los socios. Quedan expresamente excluidas de dicha
exención –según la normativa vigente-, aquellas Asociaciones que obtengan sus
recursos, en todo o en parte, de la explotación de espectáculos públicos,
juegos de azar y actividades similares. También, están exentos del Impuesto al
Valor Agregado (I.V.A) los servicios prestados por la Asociación Civil en la
medida que se relacionen en forma directa con sus fines específicos.
Para obtener la exención, es indispensable
acudir a una dependencia de la (AFIP) y presentar el trámite respectivo, con
copia de la Resolución de la IGJ que otorga la personería jurídica, y copia del
estatuto aprobado. Además, las asociaciones civiles están exentas del impuesto
a los ingresos brutos siempre y cuando los ingresos que perciba la entidad sean
destinados al objeto previsto en el estatuto y en ningún caso se distribuyan,
directa o indirectamente, entre los socios.